Asexualidad, una nueva identidad

La identidad sexual es un aspecto integral de los seres humanos. Durante el siglo XX diferentes colectivos han tomado la escena pública para reclamar sus derechos como individuos con identidades sexuales diferentes a la heterosexualidad. Sin embargo, hasta ahora hay un colectivo cuya identidad ha sido difícil de reconocer; nos referimos a las personas asexuales, tal como nos muestra esta nota de El Tiempo.

 

Aparentemente, más del 5 % de la población mundial tiene una identidad asexual. Como movimiento surgió con una tribu urbana japonesa, vinculada a chicos nipones herbívoros que formaron una subcultura hace menos de una década. Ellos declaraban su aversión por el trabajo y el sexo. Se supone que, y probablemente gracias a la difusión planetaria que nos proporciona la virtualidad,  hoy en día más el 3 % de personas del globo son asexuales.

Para estos millones de mujeres y hombres, la libido no es una energía vital del carácter, y Eros no está infranqueablemente unido a la relación corpórea entre dos. Gran paradoja en un mundo que estimula la hipersexualidad como norma, pero esa ‘rareza’ desnuda una realidad que parece no tener reversa.

 

Fuente: eltiempo.com

La comunidad virtual AVEN (Asexual Visibility and Education Network) tiene el sitio web oficial asexuality.org. Allí hay foros, salas de debate, videos, artículos, encuestas,  iconografía -como la bandera de franjas negra, gris, blanca y violeta- y una cantidad de consignas bien variadas. La página en su versión hispana (AVENes) tiene más de 2.000 personas afiliadas y casi 350 visitas diarias. La primera definición que se deja ver allí es “personas que no experimentan atracción sexual”

En la página se puede acceder a la encuestas. Sobre un total de 350 personas encuestadas en el 2012, se revela que la mayoría son mujeres inscritas al nacer, con estudios universitarios, sin religión y heterorománticas.

Existen varias formas de la asexualidad. Algunas admiten la masturbación, el fetichismo y el vouyerismo. Sin embargo, siempre queda excluido el coito. A su vez, dentro del grupo de asexuales hay quienes tienen inclinaciones románticas y quienes no. Es decir, los que establecen parejas con una persona o más se denominan asexuales románticos y pueden a su vez, ser asexuales heterorománticoa, birománticos u homorománticos. Los que no tienen afección por nadie se llaman asexuales arrománticos.

Ningún sexólogo, psicólogo y psquiatría va aceptar tan rápidamente la idea de la asexualidad, porque dentro de estos paradigmas el cuerpo siempre es sexuado y no tiene vínculo directo con la cópula. No obstante, los asexuales se niegan a asumir la idea de sublimación, fobia o trastorno hipoactivo de la personalidad. Simplemente afirman que “prefieren no hacerlo” y que por ello son asexuales.


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