Clava sus testículos al suelo para protestar

Un pintor ruso, llamado Piotr Pavlenski, no podía más. Estaba del Kremlin hasta los cataplines. Y de esta forma lo demostró. Haciendo alarde de la creatividad impulsiva y hasta imprudente característica de muchos artistas, decidió escenificar su malestar clavando con un martillo sus genitales al suelo de la Plaza Roja de Moscú. Durante hora y media permaneció allí contemplando sus partes íntimas clavadas como símbolo,-según dijo-, «de la apatía, la indiferencia política y la fatalidad de la sociedad actual rusa». Tras su exhibición tuvo que ser trasladado al hospital. Aunque su sufrimiento y su autocastigo no le librarán de la cárcel.

El pintor ruso Piotr Pavlenski fue hospitalizado después de clavar sus testículos con un martillo a los adoquines de la Plaza Roja de Moscú en una acción de protesta contra el Kremlin que el polémico artista denominó «Fijación» y que coincidió con la celebración en Rusia del Día de la Policía.

«No es la arbitrariedad de los cargos públicos lo que priva a la sociedad de su capacidad de actuar, sino la fijación en sus derrotas y pérdidas que nos clava cada vez con más fuerza a los adoquines del Kremlin, convirtiendo a las personas en estatuas que esperan resignadas a su destino», explica su acción el manifiesto de Pavlenski.

Fuente: Elsolonline

Un artista que clava sus testículos al suelo no es un espectáculo que se vea todos los días ciertamente. Aunque a estas alturas ya nos venimos acostumbrando al horror de la creatividad sin barreras que muchos artistas echan a eso que ellos llaman manifestarse y metáfora. Ser poeta tal vez no resulte tan sacrificado y vistoso a la luz de que con las metáforas únicamente se juega con las palabras. Pero, ¿de verdad hay necesidad de automutilarse para realizar una protesta?

En las expresiones artísticas, especialmente en las actuales, hay dos elementos que se repiten incesantemente. Uno de ellos es la obsesión por la desnudez. Que si bien existe de siempre, y en cada época ha habido artistas que han retratado y reflejado el cuerpo desnudo de múltiples formas, la realidad es que hasta el momento, era un reflejo de la desnudez como belleza. Sin embargo los artistas de hoy, y quienes emulan serlo, emplean su cuerpo no a modo de lienzo, sino de arma arrojadiza basándose en una creencia errónea de que la desnudez y el sexo son algo ofensivo.

Sin embargo, no todos los malos actos salvajes, ni las personas movidas por el egoísmo son reprimidos sexuales, como parecen interpretar estos exhibicionistas protestantes. No le encuentro sentido a que, cada vez con más frecuencia, se utilice el recurso fácil del cuerpo desnudo para reforzar un argumento o para escenificar una protesta. Más bien parece la única salida que encuentran quienes carecen de la facilidad de palabra necesaria para hacer frente a las injusticias con pensamientos y razonamientos coherentes.

Tampoco entiendo el por qué de la mutilación autoinflingida. Los mártires ya pasaron de moda. Y la historia nos demostró que ir siempre de sufridor por la vida no da los resultados esperados. Más allá de la fama, eso sí. ¿Es que piensa Piotr Pavlenski que a los políticos o acaso a los ciudadanos les van a doler sus genitales? Si acaso, cause estupor, pero desde luego la empatía seguro que no da para tanto.


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