Muere el hombre más viejo del mundo

Vivir mucho y además, vivir bien. Eso es a lo que todos aspiramos y, si nos preguntasen, seguro que firmaríamos en cualquier contrato. Aunque hay personas mayores que aseguran que vivir mucho tampoco es para tanto, que llega un momento en que tanto vivir ya cansa. Son personas aburridas, pero no así nuestro abuelo más anciano del mundo. Era español, tenía 112 años, y reveló su secreto para llegar  a una edad tan tardía: los plátanos y las aspirinas, que le han ayudado a mantenerse en pie. Salustiano, que así se llamaba el que fue el hombre más viejo del mundo, tenía mucho que contar. Viajó por medio mundo.

A los 17 años se trasladó a Cuba con un grupo de amigos y su hermano mayor para trabajar en los campos azucareros para, dos años después, emigrar a Estados Unidos. Allí trabajó en las minas de carbón de la ciudad de Lynch, en el estado de Kentucky.

Tras varios años de trabajo en la mina, a comienzos de la década de 1930, se mudó a la orilla este de las cataratas del Niágara, donde residía actualmente. Trabajó para la constructora Scrufari y la Unión de Carburos y se jubiló tras 30 años de servicio.

En 1934 se casó con su esposa, Pearl, con quien tuvo tres hijos. Su mujer murió en 1988. Sánchez Blázquez tenía, además, siete nietos, quince bisnietos y cinco tataranietos.

Era miembro del Club Español de las Cataratas del Niágara y fue condecorado por el gobernador de Kentucky, Steven Beshear, como ‘Coronel Kentucky’, una de las más altas distinciones que conceden las autoridades de Kentucky por logros de notable relevancia.

Fuente: Cadenaser.com

Lo bueno de vivir es poder vivir muchas vidas. En ocasiones eso no es fruto de la posibilidad, sino que se convierte en una obligación, como es el caso de Salustiano. Este español afincado en Nueva York, vivió la esperanzadora cifra de 112 años, y lo hizo pese a sus achaques.

Para sobreponerse a las molestias y averías propias de la edad en un cuerpo que no perdona el paso del tiempo, tomaba cada día un plátano y una aspirina. El plátano está lleno de propiedades, y la aspirina le ayudaban a calmar sus dolores. Y es que una vida sin dolor, es el secreto de una buena vida.

Salustiano había entrado en el Libro Guinness de los Récords por sus años cumplidos, pero bien podría haberlo hecho también por los años bien aprovechados. Los ancianos son libros abiertos llenos de sabiduría, y Salustiano no se quedaba atrás. Con 17 años, él y sus hermanos se fueron a Cuba, a trabajar en el azúcar. Luego en la minas de carbón de Estados Unidos. Posteriormente se instaló en Niágara, donde ha fallecido.

Cuando morimos todos contamos con la promesa de ser recordados. Salustiano lo será. Sin duda. También porque este hombre, miembro del Club Español de las Cataratas del Niágara, fue condecorado como «Coronel Kentucky», una de las más altas distinciones. Conociendo su vida, ni aunque viviéramos sus años, muchos de nosotros no conseguiríamos alcanzar la vida que tuvo Salustiano.


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