Palomas mensajeras traficantes

Que las palomas son el servicio de correos postal más antiguo y eficaz que existe, ya lo sabíamos. Desconocemos si las palomas mensajeras son tanto o, incluso más rápidas que nuestro actual servicio postal gestionado por el hombre y ayudado de medios de transportes más sofisticados. Aunque desde luego que, sabiendo de los retrasos que han sufrido algunas correspondencias no nos extrañaría. Pero si las palomas formaban parte antaño de los servicios de espionaje secreto, ahora lo hacen del narcotráfico. Quién se lo iba  a imaginar de la dulce palomita que más bien, era un camello que llevaba encima marihuana.

Tres hombres fueron detenidos en una casa de Lomas de Zamora, parte integral del Gran Buenos Aires, que pertenecían a una banda que vendía marihuana con palomas mensajeras.

Enviaban a las aves varias veces al día con cantidades pequeñas de la droga y un mensaje.

El comisario Néstor Larrauri, superintendente de la Zona Sur de la Policía bonaerense, explicó que era una forma de comerciar los estupefacientes «sin correr riesgos».

Fuente: BBC Mundo

Pese a su extraordinaria belleza, y  a que son símbolos de la paz, las palomas cuentan también con sus numerosos grupos de detractores. Las acusan de ser sucias, de causar destrozos con su particulares «pintadas» en los edificios y monumentos históricos de las ciudades, y desde ahora, me temo que los detractores han encontrado un motivo más para condenarlas. Y es que, eso sí, siempre manipuladas por la mano del hombre, animal interesado y cruel como pocos de entre todas las especies,  se han convertido también en el medio de hacer llegar la droga a sus destinatarios sin levantar las más mínimas sospechas. Aunque los animales, ya que no son objeto de derechos, tampoco debieran serlo de las obligaciones ni pedirles responsabilidades, no sabemos qué tipo de castigo o destino será el que les caiga en suerte. A fin de cuentas, ellas, las palomitas sólo son como las damas sometidas a los proxenetas, unas mandadas.

Sin embargo, pueden presumir, tanto ellas como su adiestrador o la persona que las han escogida como mensajeras del delito, que son realmente buenas camellas. Y es que la policía nunca hubiera imaginado que una paloma pudiera llevar encima dosis droga, y menos aún en pleno siglo XXI. No obstante, los narcotraficantes cada vez están más espabilados y son más inventivos en métodos para ocultar los estupefacientes. Y es que, si la policía no hubiera realizado un allanamiento del domicilio, jamás habrían descubierto el sistema. Al parecer, las pequeñas mensajeras, realizaban varios viajes a lo largo del día para llevar la carga y efectuar la venta.

¿Cuándo aprenderá el ser humano a ser independiente, autónomo, y dejar de cometer abusos contra los animales? Como dice el refrán: «El que quiera peces, que se moje el trasero», en este caso, el que quiera vender droga, que sea él mismo quien dé la cara ante los agentes. ¡Pobres palomas!


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