Testículos más pequeños, mejores padres

Cuánto más pequeños son los testículos de un hombre, mejor padre es y más responsable e involucrado en la crianza de su hijo se mostrará. Esto al menos es lo que aseguran científicos de Atlanta, en concreto, de la Universidad de Emory, en Estados Unidos, tras realizar un estudio largo y complejo entre hombres que habían sido padres. El objetivo era comprobar por qué razón hay padres que se implican mucho en el cuidado de su retoño, mientras que otros, dejan esta tarea en exclusiva a la mujer. Según este grupo de científicos,  la responsable de tal conducta es la tetosterona.

Los investigadores entrevistaron a setenta padres biológicos de niños y niñas de entre uno y dos años, que vivían con la criatura y su madre biológica. Las entrevistas fueron realizadas por separado, para determinar el grado de participación de padre y madre en tareas como la alimentación, el baño y el cuidado de los pequeños cuando están enfermos.

A los hombres se les calculó su nivel de testosterona, y mediante una imagen funcional por resonancia magnética (MRI) se les midió el volumen testicular y la actividad cerebral cuando observaban fotos de sus hijos con expresiones de alegría, tristeza y neutralidad.

Las conclusiones mostraron que tanto los niveles de testosterona como el tamaño de los testículos están inversamente relacionados con el grado de cuidado paternal directo del cual habían dado cuenta los hombres y las mujeres en las entrevistas.

Fuente: El Mundo

Cuando todavía no se ha llegado a un consenso acerca de si el tamaño del pene importa o no a la hora de obtener mayor o menor placer en las relaciones sexuales, vienen los científicos a echar más leña al fuego. En este caso, los estudiosos continúan obsesionados con la zona íntima del hombre, pero hasta el punto de que la investigación no abarca únicamente al plano sexual, o sentimental, sino también al paternal.

Si hasta el momento, los hombres se sentían avergonzados por tener unos testículos pequeños frente a otros varones agraciados con miembros voluminosos, ahora los poseedores del tamaño mini tienen motivos para presumir. Y es que la sabia naturaleza les ha agraciado a ellos con otro don no menos importante, el de ser un buen padre.

Las estadísticas no dejan de ser curiosas, pues abarcando todos los campos, el estudio también ha revelado que, en los últimos cincuenta años, el número de mujeres estadounidenses que crían ellas solas a sus hijos ha aumentado. ¿Significará esto que, en proporción, habrá también crecido el tamaño de los testículos de los varones estadounidenses? Caben todas las apuestas.

Aunque seguro que no falta quien sufra verdaderos debates internos acerca de si le puede más su ego masculino o su instinto paternal a la hora de presumir de tener unos buenos testículos o de ser un padre amoroso.  El debate seguro que está en la calle, y sobre todo, en la alcoba. Pero qué estarán pensando los científicos para detenerse a meditar sobre el tamaño de los testículos, y eso que la ciencia, pese a tratar sobre temas tan nimios, no para avanzar.


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